sábado, abril 04, 2009

En el Andén

No sé cuánto tiempo tengo aquí sentado, mi universo parece tan pequeño y tan distante... siempre he tenido los ojos abiertos, pero todo se siente tan insignificante, turbado en un tedioso e infinito estar. De repente, sin explicación aparente, reacciono, entro en conciencia de dónde estoy.

Frente a mí, pasan las locomotoras, llenas de gente; gente con sentimientos, historias, sueños, deseos: vida. Veo bajar a una joven que poco después abraza a un hombre que la esperaba con un sombrero y a otro que se lo quita para despedirse de una niña y una mujer para subir al tren. Otros simplemente están sentados a mi alrededor, algunos leen un libro, otros juegan con sus dedos y unos más miran el reloj con frecuencia. Gente que sonríe, gente que llora. Gente que grita, gente que calla. Gente acompañada, gente que va sola.

Y yo.

Yo veo, yo escucho, huelo, saboreo y siento toda esta energía a mi alrededor. Personas que van, vienen, se quedan. He estado tanto tiempo aquí y ¿no me había dado cuenta? Estoy en un andén, hay gente que llega a mi vida, que se queda, que se marcha, que está impaciente, que disfruta, que aprende, que ríe, que llora, que sueña, que muere. Algunos no regresan, y los que sí, lo hacen triunfales o derrotados, pero aquí estoy yo para tenderles un abrazo.

¿Qué se oculta detrás de las montañas donde se pierde el tren? ¿Alguien sabe cruzar el mar en locomotora? ¿Al cielo? ¿La hacemos volar?



He estado tanto tiempo en este andén que no recuerdo qué tren espero... o si a alguien que me recoja y muestre el pueblo.

1 comentario:

Orejitas Tuyas dijo...

O_O

No jodas D:

Te salió bien pero bien fregón!
Casi lloro poniéndome a pensar o más bien poniéndome en el lugar de tu personaje; imaginando a todas esas personas...

Tan así que tuve uno de mis ataques de sinusitis. jajaja

Muy bien muchacho
Muy bien armado.

Saludines :)